lunes, 20 de enero de 2014

Evaluación formativa VS sumativa......, o las dos cosas a la vez???

Como he descrito en entradas anteriores, uno de los aspectos más importantes sobre los que estoy trabajando dentro de mi práctica docente es sobre la gestión de la evaluación de los aprendizajes. 

 Durante estos primeros días de enero, en Tecnología de 3º ESO hemos estado aprendiendo a dibujar en perspectiva isométrica y caballera. A continuación describimos cómo se ha llevado a cabo la evaluación durante el proceso de aprendizaje:

El registro de la evaluación se ha llevado a través de la siguiente ficha:


En una entrada anterior del blog ya estuvimos analizando la primera parte de dicha ficha de registro, a continuación trataremos de completar las reflexiones en relación a la evaluación continua de los aprendizajes.

Cómo puede observarse a la hora de obtener la calificación media del indicador 8.2 "Utiliza las perspectivas para plasmar y transmitir ideas tecnológicas y representar objetos y sistemas técnicos" (CCA), se ha tenido en cuenta lo siguiente:
- Al inicio de la clase se ha observado si los alumnos habían realizado las tareas de casa (columna segunda).
- Al final de la clase, se ha evaluado el avance de cada alumno en relación a las actividades que el docente había solicitado para realizar en clase (columnas primera y tercera).
- Un prueba escrita intermedia (cuarta columna), en el que se ha exigido lo que se entiende como un nivel mínimo para la obtención del indicador, y que además de servir para conocer en qué grado ha sido alcanzado, le permite al docente poder tomar decisiones en relación al tipo de agrupamientos que mejor pueden funcionar en la segunda fase de la actividad, es decir, la preparación final para la segunda prueba escrita.
- Una prueba escrita final  (quinta columna) más completa que la anterior.

A la hora de obtener la calificación final que viene representada por la última columna (Media 8.2) hemos tenido en cuenta todos los datos recogidos durante estas cuatro sesiones de clase, considerando el  8% de la nota para las tareas de casa, 12% de la nota para el trabajo en clase, el 30% de la nota para la primera prueba individual escrita y el 50% para la prueba final.

Por una parte, considero que las calificaciones siempre deben tener un carácter formativo, es decir, deben servirnos para conocer el estado en el que los alumnos se encuentran dentro del proceso de enseñanza aprendizaje con el objeto de poder actuar para corregir posibles deficiencias, por ejemplo, en la ficha de registro se puede observar que hay dos alumnos que aún no han conseguido adquirir el indicador, por lo que se les entregaran ejercicios de refuerzo y se realizará un seguimiento por parte del docente.

Por otra parte percibo que el mismo hecho de asignar una calificación a las tareas que los alumnos realizan potencia que en muchos casos estos se tomen las actividades más en serio. 

Por lo tanto, no creo que haya que clasificar las acciones evaluadoras como puramente formativas o sumativas, quitando tal vez los exámenes finales de curso o de septiembre, considero que toda evaluación formativa puede ser tenida en cuenta para la calificación final (siempre teniendo cuidado de no perder excesivo tiempo en asignar calificaciones a lo que se va observando) y toda evaluación sumativa debe ayudar al docente a corregir problemas en el proceso de aprendizaje.

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